Si llegaste a esta página es porque algo de lo que he escrito te ha gustado o ha llamado tu atención. 
Te cuento que me llamo Adriana Ballesteros y escribo libros para público infantil y juvenil que se publican en Argentina, Colombia, México y Perú 

Te presento mi nuevo libro 

"(...)
A menudo en la vida hay que elegir: entre dos miedos, entre dos paraísos o dos infiernos, pero un príncipe heredero no tiene ese privilegio. Para un futuro rey, no siempre hay opción."  
La no novela (como la llamo) ya salió al mundo. 

"A Epifanía la invitación le sonó a desafío y sintió el corazón galopándole dentro del pecho. "Vamos empieza!" se ordenó. Respiró hondo y antes de que los nervios le impidiesen hablar, en su lengua inventada, comenzó a contar.

Contó la historia de una niña que casi nunca podía jugar porque todo el tiempo estaba ocupada. Aprendiendo. A sonreír, a hacer reverencias y a decir que sí en todos los idiomas. Aprendiendo. Gestos y modales, guiños y reverencias. A callar en varias lenguas. Aprendiendo los silencios sobre las palabras. Una dama sabe por sobre todas las cosas, callar. Habló de sus grandes amigas elegidas entre las hijas de la servidumbre (Lili casi su hermana, la hija menor de su nodriza) y de lo mucho que le costó a esa niña poder compartir la merienda con mujeres de otra estirpe.

El juglar escuchaba atento cada palabra. --Por eso la niña se inventó un idioma. " 

¿Es este un libro de hadas? Sí. Y no. 

Si deseas abordar el tema de la diversidad de un modo original, lee este libro.

Si deseas entretenerte y sumergirte en una (o tres unidas por un hilo conductor) historia apasionante, lee este libro. 

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Libro seleccionado para representar a la Argentina en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt 2022. 

Punto final.

Tiempo atrás, en el país de las letras, las oraciones eran diferentes a las que escribimos a hoy. Aunque comenzaban todas con mayúscula ( que es una letra más grande) no llevaban un punto sobre el final.

Por aquel entonces cada vez que alguien finalizaba la oración dibujaba un redondel como este: 0

Todos los habitantes del país de las letras y los pueblos vecinos escribían asi:

  1. Arturito rompió el juguete0

El juguete fue roto por Arturito0

Los gatos blancos maúllan de noche0 Los gatos negros, también0

Todo estaba bien. Hasta que un día...

Un bello día de sol y cielo azul, un día repleto de aire colorido y de voces de chicos jugando en el jardín, el redondel sintió algo extraño: un sentimiento gris, nublado, lluvioso. El redondel sintió que se aburría.

─Me aburro ─dijo.

Y miró hacia el horizonte y vio un cielo azul, un lago verde, árboles, nubes, trapecios, chimeneas y ventanas.

Vio todo lo que no conocía y ansiaba descubrir.

Vio el mundo.


¿Quien dijo que hacer cuentas es aburrido? Libro ideal para aprender y divertirse en casa o en el aula.

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Entre sumas y restas, signos que se pierden, palabras bonitas, otras que se esconden, y un redondel que no quiere ser punto, Abacadefio y Numerosa se enamoran y recorren el País de las Letras y el Reino de los Números en busca de cuentos para contar y cuentas para sumar, multiplicar, dividir y restar. Dos relatos de Adriana Ballesteros que proponen un divertido acercamiento a la lectoescritura y a las operaciones matemáticas básicas.

Libro seleccionado para representar a la Argentina en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt 2022.


La trenza robada (ADELANTO- FRAGMENTO)

La trenza robada

--Nos interesó especialmente su perfil.

Mis Lohan se acomodó los lentes y dejó en el escritorio la lapicera con la que había jugueteado

--Como usted ya sabe, se trata de un empleo temporario, sólo por el verano. Su trabajo consistirá en dar clases de apoyo a los dos hijos de la señora de Achával. Por esta tarea cobrará...

La suma triplicaba lo que yo ganaba en un año.

Había llegado a esa oficina céntrica, porque una amiga había visto el anuncio en una red laboral. "Mirá esto, es justo para vos" me había escrito, y por fin, esa calurosa tarde de noviembre, después de tres entrevistas, me confirmaban que había sido elegida para el puesto.

--Por supuesto cobraría un adelanto --dijo sonriendo muy amable, -para que puedan hacer frente a los gastos del viaje y el vestuario. El trabajo es en una casa de las afueras, como es un sitio alejado, tendría que mudarse con nosotros durante ese tiempo. ¿No le molesta, ¿verdad?

Me contuve para no saltar de alegría- No, por supuesto-contesté.

-¿Conoce Los altos de Halle?

Lo conocía de oídas, es un barrio cerrado donde vive gente de mucho dinero.

-Lucio, Eliseo y Lolita son muy buenos chicos; un poco "remolones" (sí, usó esa palabra) a la hora de estudiar, pero no va a tener problemas.

"¡Ajá!" pensé "Los niñitos deben ser tan tremendos que no hay profesor que aguante", pero enfrentar chicos problemáticos es algo que sé hacer bien.

-Esa no será su única tarea, deberá, como sin duda ya habrá imaginado, respetar las normas de la casa y obedecer todas las pequeñas órdenes que la dueña de casa pueda dar; siempre que se trate de órdenes razonables, se entiende. No hay problema, ¿verdad?

-Ninguno.

-Perfectamente. Por ejemplo, en lo que concierne al vestuario, la señora es muy estricta ¿sabe? Si le pidiéramos que utilice la ropa que nosotros le proporcionáramos, no habría inconveniente, ¿verdad?

"Por esa suma me pongo una nariz de payaso", pensé, pero confieso que miré de reojo el uniforme gris ratón de Miss Lohan.

-Muy bien. Entonces la esperamos mañana a las 9:00.

¡Quiero seguir leyendo!

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