Historias desde casa 

Historias desde casa

La Feria del libro concluyó. Pero fue una semana intensa, pletórica (¡al fin puedo usar esa palabra tan bonita!) de emociones. Lo mejor sin dudas: el recuentro con colegas, el volver a estar en forma presencial con tanta gente querida. Hubo abrazos, hubo risas, hubo llanto por las dolorosas ausencias. Hubo reunión, hubo tristeza, hubo festejo y ceremonia. Hubo vida. Y hubo premio de Alija. Nuestra obra colectiva que nació con un fin solidario en plena Pandemia obtuvo el premio a la mejor antología de relatos infantiles de este año tan largo. La ceremonia fue bella, emotiva y por un rato fuimos inmensamente felices. #librosrecomendados #literaturainfantil #libro #lectores #lecturas #lecturarecomendada


Historias desde casa es un libro difícil de reseñar y no porque sea un libro difícil de leer, todo lo contrario, es un libro ameno, de fácil lectura, con historias tiernas, descabelladas algunas, hilarantes otras y con un denominador común: todas las historias están contadas desde la experiencia del encierro que padecimos la humanidad entera allá por ese extraño y demoledor 2020. Historias desde casa fue premiada por #Alija como "Mejor antología 2020 - 2021". Y antología es lo que más se aproxima si debemos etiquetarlo en algún género aunque no se ajuste del todo al concepto. Son diez historias escritas por diferentes autores y hasta ahí coincide la etiqueta, pero se sale del molde en un punto esencial que convierte a este libro en una obra única: Cada historia está basada en la historia anterior y cada una de ellas debía ser escrita con sus personajes, que se repiten a lo largo de la obra, transitando el encierro (después de todo y como bien lo describe el título, de eso se trata). Un libro difícil de reseñar, porque es casi imposible hablar solo del contenido sin hablar del proceso de creación ya que el contenido es producto directo del proceso. En cuanto al proceso, todos esperaron el puntapié inicial que estuvo a cargo de Márgara Averbach con su historia "Dormir en el patio". Un juego de postas a cargo de los autores. En cuanto al contenido podemos decir que las diez historias logran finalmente describir un lapso determinado de tiempo en la vida de un puñado de personas que comparten una calle de un barrio que podría ser cualquiera. Vecinos que a pesar del encierro conviven e interactúan de diferentes maneras. En #historiasdesdecasa hay romance y conflictos, música y silencio. Hay pájaros, perros y gatos. Son diez historias que finalmente conforman una sola. Un libro de ficción testimonial, si se permite esta nueva etiqueta, porque sin dudas refleja un momento histórico y sin precedentes que tuvimos que transitar de la mejor manera posible. Es un documento del que participaron diez escritores, diez ilustradores y un cuerpo editorial y técnico, cada uno desde su encierro, lo que le brinda a este libro una perceptible e indudable honestidad"

El hacker (fragmento) Les convido un pedacito del relato que forma parte de la antología

Ahora sí que estoy metido en un lío. Todo fue culpa de Matías. Bueno, de él y de mi enorme bocota. Hablo de Matías Olmos, el goleador del equipo, que se cree Messi. Que se crea el mejor del mundo no me molesta (bueno, un poco sí, me molesta), lo que no aguanto es que se burle de mí.

Yo soy Mateo Nicosia más conocido como "Teo" o "el Hacker": soy el mejor jugador de los juegos en red, y no hay quien pueda conmigo en Internet. A lo mejor les parece que el que alardea soy yo, pero la verdad es que, aunque con los números y las máquinas soy bueno, con los deportes no soy malo: soy el peor. No sé correr, saltar ni atajar y esto a Matías parece divertirle mucho porque lo resalta delante de quien quiera oírlo (un esfuerzo innecesario, porque basta con verme para notarlo).

Pero el lunes pasado me cansé y dije:

-Lo que pasa es que el fútbol no me gusta, pero mi pieza está llena de trofeos.

-Sí, de ajedrez -se burló Matías.

-No. De windsurf.

Es verdad, en mi habitación hay una fila de trofeos, pero no los gané yo, sino Teodoro, mi hermano mayor.

-No te creo -dijo Matías.

-Mañana les traigo uno.

Esa noche elegí un premio de mi hermano que tenía grabado "Teo Nicosia" (tenemos el mismo apodo: Teo I que es él y Teo II que vengo a ser yo) y era relativamente reciente.

Todo salió bien, pude esconderlo sin que mi hermano lo note y ya en la escuela, mis compañeros lo miraron del derecho y del revés.

-¿Y dónde practicás? -preguntó Matías.

-En la laguna del Sauce -que es el sitio donde practica Teodoro.

-Para mí que hay algo raro -desconfió Matías.

-Terminala -me defendió Ezquiel- ¿No ves el trofeo?

Respiré. Todo había salido bien.



Clase de gimnasia

¡Ayyy! ¡No puede ser lo que me pasó! Imaginen la siguiente escena: Gimnasio. Clase de educación física, en la pared, bien grande, este cartel:

-Mirá Teo -me mostró Ezequiel

-¡Shh! -murmuré.

Demasiado tarde porque mi amigo gritó:

-¡Profe! ¿Nuestra escuela va a participar, verdad? ¡Teo Nicosia nos puede representar!

El profesor lo miró como no creyéndole, pero Ezequiel le dijo muy seguro:

-Es verdad. Ganó un trofeo. Ayer nos los mostró.

-Bueno -dijo Horacio, el profe.-En ese caso, Teo Nicosia nos puede representar.

-Vas a ver, cuando ganes, le tapamos la boca a Matías -me dijo Eze, en voz baja.

Yo sonreí débilmente, mientras pensaba en cuándo saldría el próximo barco hacia la Antártida o el Congo.

¿Cómo lo habrá resuelto Teo este problema? esta y otras historias más en el libro Historias desde casa.